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La Medicina Tradicional China recibe ese nombre debido a la fusión de ciencia y tradición que el pueblo chino ha sido capaz de mantener en sintonía en el rango de la salud. Debido en gran parte a su percepción del mundo que lo rodea y el lugar que el ser humano ocupa en él, este último modo de pensar resulta ser herencia del I Ching o “Libro de los cambios” del cual se tienen dataciones del 2000 a.C aproximadamente.

Pero retrocedamos hasta los orígenes para explicar todo correctamente… hace más de 7000 años, el ser humano también padecía enfermedades, traumatismos y contusiones, y se valía del calor, del frio, de los masajes y de algunas hierbas y raíces para paliarlos. Tenía una gran percepción de las cosas, pero todavía no sabían bien lo que hacían ni porqué razón recibían tales resultados.

Se tienen hallazgos sobre útiles y herramientas de piedra, bronce y cuernos de animales similares a punzones y guashas puntiagudas, que aunque bien pudieran parecerse a las actuales agujas de acupuntura, su función debido a sus dimensiones más bien podrían definirse como útiles para sangrar, drenar y dar masajes profundos en zonas concretas. Realmente la acupuntura como se conoce actualmente se data sobre el s. III al s. I a.C

Durante mucho tiempo se conformó una especie de tradición alrededor de las artes curativas que empleaba el pueblo chino, confiriéndole cierta ceremonia, narrativa y fantasía propias de cualquier cultura en expansión en aquella época, debido a la facilidad que estas conferían para transmitir el mensaje con mayor comprensión y facilidad entre el pueblo llano. Las enfermedades se comprendían energías perversas  provocadas por las fuerzas de la naturaleza y malas energías o espíritus malignos (lo que ellos consideraban demonios).

Allá por el s. XXX a.C apareció un personaje llamado Fu Xi (considerado uno de los tres augustos o maestros de la medicina china junto a Shennong y Huangdi) que aportó al pueblo chino el lenguaje y la escritura china a través de los Ocho trigramas, conocidos también como Bagua o Pakua.

Estos Ocho Trigramas fueron los pilares del I Ching o “Libro de los cambios” a través del cual se conformó la base del pensamiento chino y la forma que tuvo el pueblo de ver y entender el mundo. Pues es a través de este libro como se comprendió que lo único estable en el universo es el cambio, que la naturaleza responde a él y que el ser humano, como parte de ésta, no puede escapar de tales leyes.

A partir de esta filosofía y comprensión se dio forma a los inicios de la Medicina Tradicional China pues se entendió que el ser humano no era sino una representación del mundo, una especie de microcosmos dentro del macrocosmos que era el universo. Y fue a partir de ello que se desarrollaron las bases para comprender como afectaba el entorno sobre el cuerpo, tanto desde una perspectiva estacional y meteorológica, como alimenticia, dinámica y social.

Más adelante, sobre el s. XXVII a.C apareció otro de los Tres Augustos, Shennong, también conocido como El Granjero Divino o Emperador Rojo. Se le atribuyen grandes logros, entre ellos haber otorgado la agricultura y el uso de los cinco cereales al pueblo chino, así como haber sido capaz de recopilar a través de sí mismo, las propiedades y toxicidades de cientos de hierbas, plantas y raíces.

Sus trabajos recopilados en el tiempo a través del Shennong Ben Cao Jing o Clásico de la Materia Médica fueron publicados entre los siglos II y I antes de Cristo. Durante la dinastía Han (206 a.C – 220 d.C). Se trata del “vademécum” más antiguo que se tiene sobre fitoterapia y farmacopea con más de 360 fórmulas compuestas de plantas, minerales y animales para diversos problemas y enfermedades definidas de forma concisa, y lo que es más curioso, que muchas de las cuales todavía siguen siendo utilizadas en la actualidad.

El tercero de los Tres Augustos, y casi el más importante para la Medicina China, fue Huangdi también conocido como el Emperador Amarillo, vivió más de 110 años y reinó entre los siglos XXVI y XXV a.C. Se le atribuyen grandes logros, entre ellos, la escritura, la seda, el guqin (instrumento de cuerda con los “5 sonidos”), la astronomía y también se le atribuye el Canon de Medicina Clásica o Huangdi Neijing

El Huangdi Neijing o Clásico de Medicina China es una especie de manual conformado por una conversación entre el Emperador amarillo y su médico personal Qi Bo entre otros. Se divide en dos tomos: el SuWen y el LingShu, en ellos se habla sobre anatomía, fisiología, acupuntura, fitoterapia, enfermedades y como tratarlas mediante diferentes técnicas de acupuntura y moxibustión (aunque esto es harina de otro costal, pues el Huangdi es realmente un compendio de diferentes tratados que se ha conformado con los siglos desde el siglo XXV, con gran actividad entre los siglos XIX y III en los cuales se crean las famosas “Cien escuelas de pensamiento”; pero indagaremos en ello otro día).

Desde la Dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.) hasta la dinastía Ming (1368 – 1664) hubo una gran evolución, mejora y profundización en la medicina china. Aparecieron algunas celebridades médicas como Sun Si Miao (581 – 682), Hua Tuo (145 – 208), Li Zi Shen (518 – 593), Zhang Zhong Jing (150 – 219) o Huang Fu Mi (215 – 268), que aportaron Tratados, Compendios, Obras y Libros de muy distinta índole los cuales siguen siendo en la actualidad motivo de referencia en el aprendizaje y consulta del terapeuta.

Se institucionaliza allá por el s.VII d.C durante la dinastía Tang (618-907 d.C.) cuando se fundó el “Colegio de Médicos Imperiales”, y la enseñanza se estructuró a partir del s.X con la dinastía Song (960-1279 d.C.), época en la que aparecen por primera vez los exámenes teórico-prácticos por los que debían de pasar todos los estudiantes y antiguos “zusanlijistas” para demostrar sus habilidades y conocimientos ante el estado con el fin de que el imperio tuviera una medicina valida y estructurada.

También apareció el “Hombre de bronce”, un molde hueco que representaba la anatomía de un hombre en el que estaban marcados los meridianos y los puntos de acupuntura perforaban la forma. Esta se cubría con sedas y cera negra disimulando los puntos. Se le pedía al examinado que punturara ciertos puntos con el fin de examinar sus conocimientos anatómicos. Si punturaba correctamente, atravesaba las capas de cera y seda, y emanaba agua del molde.

A partir del siglo XII se permitieron las disecciones y autopsias, lo cual ayudó de manera exponencial al estudio y comprensión de la anatomía y sistemas que abarcaban las diversas funciones del organismo. De igual manera, se pude comprender el porque de la ubicación de los puntos acupunturales y a que sistemas, estructuras, tejidos, órganos y vísceras hacían referencia cada uno.

A partir de la dinastía Qing en el s. XVII, hubo una gran desacreditación por parte del estado sobre la medicina tradicional debido a las noticias y avances médicos que por otra parte llegaban de Occidente por países como Reino Unido, Portugal, España e Italia debido al comercio global. Se cerraron escuelas y hospitales relacionados con la medicina tradicional china y se implantó el sistema médico occidental.

Durante el siglo XIX y XX, debido a una precariedad económica y para mantener la salud del pueblo, se volvió a instaurar el sistema médico tradicional chino. Pero no se vio como algo negativo, y menos para Occidente, en el cual suscitó mucha curiosidad e interés debido a los fundamentos en los que se basaban, los métodos de diagnóstico y análisis que empleaban y las técnicas que utilizaban para tratar enfermedades que allá no tenían cura bajo las técnicas occidentales.

La OMS reconoció y defendió su evidencia científica así como su alto valor para la sociedad en los años 70. Y actualmente su usoforma parte del marco de la seguridad social de muchos países Europeos y extracomunitarios, aunque en España todavía no se reconoce su valor y se tilda de pseudociencia al igual que la Osteopatía, la Fitoterapia o el Reiki entre otras.

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