Cuando oímos hablar de la acupuntura por primera vez hacemos referencias como «es eso de las agujas, no?»… lo mismo ocurre con otras terapias como en el shiatsu, la quiropraxia o como en este caso, con la Osteopatía.
Y es que es muy común oír decir «es eso de los crujidos, no?» cuando se refieren a ella, y concretamente a una técnica denominada Thrust o HVLA (como pasa también con la Medicina Tradicional China y la Acupuntura).
Esto consecuentemente también nos lleva a una comprensión errónea que nos cohibe de probar o usar este tipo de terapias al pensar que nos puedan llegar a general alguna lesión.
Ese sonido que oímos y que se produce durante las ejecuciones de algunas técnicas no se trata de un chasquido o crujido provocado por las vértebras o articulaciones en sí, sino por el rápido cambio de presión que se ejercen en los líquidos de las cavidades sinoviales los cuales generan gases como el nitrógeno, oxígeno o dióxido de carbono entre otros, los cuales provocan este llamativo sonido.
A este proceso físico se le denomina cavitación