Las contracturas musculares son contracciones incorrectas de nuestros músculos que no vuelven a su estado de reposo. Normalmente se deben a la práctica excesiva de algún acción, ejercicio o deporte, a una mala postura por mucho tiempo ya sea en actividad o reposo, o también comúnmente por estados emocionales alterados, ansiedad, estrés…
Las contracturas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo: miembros superiores e inferiores, espalda, lumbares, cuello… siendo más frecuentes en espalda debido a la gran superficie de sus músculos.
La zona afectada se inflama, aumenta su volumen e irradia dolor debido a la inflamación de las fibras musculares que lo envuelven, limitando así la movilidad normal del paciente.
Suele decirse que las contracturas son manifestaciones de problemas no resueltos con uno mismo… Y es que las contracturas, a parte de tener un origen postural o biomecanico, tambien pueden tener un origen emocional como estrés, ansiedad, miedo, preocupación excesiva, ira o rabia entre otros.
Hay varios tipos de técnicas para tratar las contracturas, desde un buen masaje descontracturante, pasando por una sesión de acupuntura o ventosas, hasta terapia neurolinfatica y neurovascular a través de osteopatia craneosacral.
